Actualmente, existen diversas compañías cuyo único o principal servicio es el transporte de carga pesada. Por esta razón, la oferta y demanda se hace más competitiva en dicho sector, ampliando las posibilidades para personas u organizaciones que requieren realizar envíos en volúmenes importantes. No obstante, es fundamental tener en cuenta una serie de factores, antes de elegir cuál de estas opciones es la ideal.
En primera instancia, se ubica la seguridad. Es de carácter imprescindible verificar qué sistemas o estrategias emplea la compañía transportadora, para solucionar imprevistos y realizar trazabilidad al transporte de la mercancía. La solidez de una transportadora, se ve respaldada por certificados como el BASC o la ISO14000, que proporcionan confianza a quienes contratan el servicio.
En segundo lugar, se encuentran los permisos de transporte, que avalen a la empresa para operar carga pesada. De esta manera, el ente consumidor podrá cerciorarse de que la compañía, conozca las condiciones adecuadas para el desplazamiento y manejo de x producto.
La experiencia y antecedentes, no son menos importantes, puesto que forman una percepción que habilita al cliente para hacer uso del servicio inmediato o en la posteridad.
Finalmente, se hace ineludible revisar procesos primarios, como la calidad de atención al usuario, qué tan competitivo es el precio del servicio ofrecido, que la cobertura geográfica en efecto sí cubra el lugar de origen y destino, los plazos de entrega y por supuesto las garantías ofrecidas por la empresa en caso de pérdida o cualquier incidente con la mercancía, y compensaciones por incumplimiento.